ALGIL BODEGAS, EL FUTURO DE TORO, EN EL CLUB WINELOVERS

En el evento de febrero 2025 hemos tenido como invitado a Iván Alonso Gil, fundador y enólogo de Bodegas Algil en Toro. Y es que sólo habíamos hecho un evento con bodegas de esa zona, una de las más cercanas a Salamanca, una zona histórica con viñedo viejo y que en esta ciudad tanto se le quiere.

En Toro hay 64 bodegas y Bodegas Algil, Iván Alonso es considerado en este momento como el «futuro de Toro». Tiene 42 años y una trayectoria espectacular, aunque su proyecto empezó en 2017, es decir, no es para nada un proyecto recién estrenado.

Iván ha estado trabajando en Vega Sicilia, conocemos sus vinos ya hace un par de años y desde que los probamos están en nuestra carta (siempre digo que seleccionamos los vinos mediante cata, y así es).

Toro siempre fue una zona con prestigio, como todas las zonas ha tenido sus momentos, pero en este momento Iván representa esa nueva sangre de Toro, nunca mejor dicho, esa nueva sangre de Toro: un proyecto personal desde un viticultor y elaborador, de familia viticultora con viñas propias. Alguien que después de 12 años deja Vega Sicilia para irse a su pueblo llamado San Román de Hornija para emprender su proyecto personal.

Hoy vamos a catar cinco de sus vinos: una malvasía, una garnacha y tres tintas de toro, un paseo por tres uvas y por tres añadas diferentes.

– Algil Malvasía 2022
– Algil Garnacha 2021
– Algil Expresión 2021
– Algil Finca Pepe La Majada 2020 (que fue el éxito del evento)
– Algil Finca Seve Los Quemaos 2020.

Vinos especiales, vinos bonitos, tan solo 22.000 botellas entre 6 vinos. Catamos vinos de 1.000 botellas, de viñedo viejo. Su viña más joven tiene 40 años y su viña más vieja 110 años. Vinos exclusivos, con nivel que están en pocos sitios. Iván es un elaborador integral. No son vinos de Toro comerciales y al uso, son joyas.

Su vino más joven es un 2022 lo que refleja su filosofía es: calma, reflexión y cero prisas.

Por si alguien no lo sabe, la zona de producción de los vinos amparados por la D.O. Toro se encuentra situada al sureste de la provincia de Zamora y suroeste de la provincia de Valladolid, en el extremo occidental de la región de Castilla y León. Comprende parte de las comarcas naturales de Tierra del Vino, Valle del Guareña y Tierra de Toro y linda con los páramos de Tierra del Pan y Tierra de Campos.

La extensión total de la zona que ampara la D.O. Toro, abarca 62.000 Has. de terreno, la superficie dedicada a viñedo es de 8.000 Has., de las cuales 5.418 están registradas en el Consejo Regulador, que pertenecen a 981viticultores inscritos.

Esta zona se caracterizada por un clima continental semi-árido y extremado con influencias atlánticas, de carácter árido.

Todas estas condiciones climáticas, extremado frío en invierno, gran número de horas de sol, etc. dan una calidad excepcional a la uva, lo que es primordial para la elaboración de buenos vinos.

Fuente: Consejo Regulador D.O. Toro

Y así ya Iván nos empieza a hablar sobre sus inicios y su proyecto personal de recuperación de viñedos familiares.

Su familia se dedicó siempre a la viticultura, nunca han tenido bodega han sido viticultores y agricultores, tanto por parte de su padre, de su madre como del padre de la persona con la que se casó que también es viticultor. Ha reunido todas esas parcelas de viñedo viejo familiar y las ha recuperado todas para hacer un proyecto global basado únicamente en viñedo pie franco, sin portainjertos como se plantaba entonces (ahora ya es obligatorio con porta injertos).

Esto se traduce en la autenticidad de la zona: la antigüedad del viñedo, el clon con el que se trabaja y la plantación de los viñedos en vaso con todo el laboreo manual. Ilusión de recuperar esos viñedos.

Empezó en Elías Mora las primera vendimias, trabajó en otras bodegas y ya en Vega Sicilia trabajó durante 12 años, fue donde aprendió la buena praxis de enología, como trabajar mejor el viñedo y todo su potencial.

En 2016 murió su abuelo y se dieron unas condiciones familiares que le empujaron a continuar y recuperar todo el viñedo viejo que tenían, ya que la opción era retomarlo o venderlo. Iván entendió que era retomarlo y darle valor a todo lo que tenía pues era un patrimonio vitivinícola que no se podía perder. Y nos pone un ejemplo que a los salmantinos nos ilustra muy bien esta decisión: a nadie se le ocurriría tirar la Catedral de Salamanca para hacer un hotel, pues eso mismo es lo que él pensó con sus viñedos familiares: había que mantenerlo.

La malvasía que catamos procede de un viñedo de 82 años y el Finca Seve 110 años, aunque no se sabe muy bien la edad real puede que sean incluso más.

En 2017 Iván lanza el proyecto y sale al mercado en 2019 ya que son vinos de guarda. Y se encontraron con la pandemia, aunque no fueron malos del todo, el problema llegó después ya que los pequeños productores han sufrido más en 2023 y 2024.

Empezó elaborando tintos para conocer las parcelas como elaborador, porque las conocía solo como viticultor porque antes vendían las uvas.

Sacó al mercado Algil Expressión y Algil Crianza, el primero buscaba la expresión frutal y el seguno la expresión clásica.

Empezó elaborando como inquilino en otras bodegas y ahora elabora ya con su bodega que comparte con un mexicano. Es una bodega funcional con todo lo que se necesita para elaborar vino, buscan producto, de momento son tan pequeños que es lo único que buscan: buen producto en buenas instalaciones.

Los vinos de Iván son tan elegantes porque, según nos cuenta, su generación ha ido mucho a Francia. Antes los enólogos no salían, sin embargo ahora se viaja mucho más, hacen rutas de aprendizaje de vino, abren la mente, aprenden, se entiende el vino de otra manera y entienden qué tienen esos perfiles tan demandados o de tanta calidad.

Sigue contando que antes se hacía el vino para la gente de Toro, reñían entre ellos por ver quien tenía más grado. Ahora se busca el «equilibrio», se vendimia temprano, pero consciente de que la uva esté madura. Eso se consigue con el trabajo en viticultura, cuidando la uva, no buscando tanta producción, porque si se madura casi pasificada se pierde acidez y el vino no es longevo.

Vendimiar temprano estando verde la uva hace de un vino incómodo de beber. El cambio climático hace vendimiar más temprano, pero tiene que haber maduración de la uva. La suerte es que hay más conocimiento y se comparte conocimiento.

Su estilo de elaboración es con ausencia de oxígeno para evitar al máximo el sulfuroso y así intervenir lo menos posible. Esto se traduce en que el vino es un poco reductivo, pero agitándolo se va, de hecho según nos dice, estará mejor al día siguiente.

ALGIL MALVASÍA CASTELLANA 2022

100% Malvasía castellana, que es la variedad doña Blanca que en Toro le ponen su nombre.

Son las viñas viejas que quedan, no se han plantado nuevas. En este caso es un viñedo de una hectárea de 82 años de antiguedad y da unas 2.500 botellas.

La intención de Iván es recuperar esta variedad, ya que al ser minoritaria se arrancó en favor de la Tinta de Toro.

El suelo es un pinar arenoso, muy pobre, pie franco y en vaso.

No es una variedad aromática. Tiene una fermentación en barrica de 400 l. de 2º y 3er año, que arranca en inox y a mitad se pasa a la barrica con sus lías.

Es un vino gastronómico, de sentarte y comer, incluso carnes blancas, pescados grasos porque tiene estructura y volumen. En nariz y boca la sensación es como un cava seco, brut nature, matices de levadura por las lías, complejo, bollería, brioche, toques lácticos que los da la barrica.

ALGIL GARNACHA TINTA 2021

Monovarietal de garnacha tinta.

La Garnacha era una variedad que antiguamente en Torno no gustaba porque se le consideraba como agua, por ello se arrancaron muchas cepas para planta Tinta de Toro. Ahora quedan poco más de 10 hectáreas.

Iván ha sido uno de los promotores y pioneros en solicitar poder elaborar vinos con garnacha, ya que antes solo se aceptaba para mezclar con la tinta de toro. Y Algil ha sido la primera bodega de Toro en elaborar un monovarietal de Garnacha.

La garnacha de Toro es la que nació en el norte de Navarra, un clon similar se puede encontrar en Rioja o Gredos y que se adaptó a Toro. Luego está la garnacha que nació en el sur de Navarra y que fue hacia Aragón y Levante.

Esta garnacha nace de una parcela de 65 años de antiguedad (no muy viejo para Iván y según en qué zonas es viejísima) y quiere expresar la variedad y el terroir de Toro, aunque en cata ciega despista porque nos podemos ir a un vino francés.

Tiene poca extracción y se cría en una barrica de 225 l. con batonage con sus lías durante 6 meses, para que generen esa estructura y cremosidad.

Un vino fresco, cremoso con estructura, un 2021 con longevidad, vida, acidez.

No hay precedentes de la evolución del vino, porque solo tienen segundas y terceras añadas, así hay que ir experimentando.

ALGIL EXPRESIÓN 2021

100% tinta de toro Después de la fermentación 6 meses en barrica con sus lías, una expresión jovial, no fermenta hasta el final con los hollejos, se retira antes. Acidez un poco más baja que el anterior de garnacha, que es lo normal en la tinta de toro.

Algil Expresión es el buque insignia de la bodega, unas 12.000 botellas anuales en este momento.

Es la mezcla de un conjunto de parcelario de diferentes edades de 50, 60, 70 años, en Morales de Toro, de ahí el nombre de «vino de pueblo»

La imagen de la etiqueta es un collage de la zona, un collage que expresa el terroir y paisaje: piedra, avispa, amapola, una retama que crece en las cunetas; y piedras volando que es esa entrada de aire nuevo y fresco, un vino moderno de terroir.

El primer vino que salió en 2019: sensación frutal junto con la madera, pero que no esconda lo que es el monovarietal de tinta de toro, buscando conjuntamente la expresión de la tinta de toro y el terroir, de ahí su nombre «Algil Expresión»

Un vino que gusta a casi todo el mundo, abarca un público más amplio. Curiosamente, en las Islas Canarias es uno de los mercados dónde más se vende este vino.

Y finalizamos la cata con dos vinos de parcela de «Tinta de Toro», es decir que la uva no es un clon de la Tempranillo. Empezamos ya otra liga.

La intención de Iván es la etiqueta transmita la esencia de la parcela, incluso que está inspirada un poco en «Chanel nº 5». Las etiquetas representan la forma de la parcela de una forma minimalista.

Ambos vinos reciben el nombre de la parcela y finca.

FINCA PEPE «LA MAJADA»

La Finca es un altiplano en San Román, con orientación oeste, que si estuviéramos en Francia se consideraría un Grand Cru Classé, es decir, lo top de lo top por muchas razones:

– Climatología única, llueve menos que en todo Toro
– Suelo de canto rodado, es decir, un radiador en el suelo que conserva el calor
– Profundidad del suelo
– Clon de tinta de toro muy antigua (no de Tempranillo)
– La parcela está rodeada de un monte de pinos y encinas

Detrás de esta parcela está Pintia, delante San Román, es decir, una zona dónde las grandes bodegas que hacen grandes vinos han comprado los viñedos, por algo será.

En el vino parcelario se vinifica junto, incluso si hay garnacha tinta (como es este caso) para que dé la expresión de la parcela. Y a diferencia de los anteriores, fermenta hasta el final con los hollejos porque es un viñedo único, lo que significa más estructura y más potencia, recuerda a un Toro más clásico

Después se pasa a barricas nuevas dónde hace maloláctica y 12 meses de crianza: 80% francesa y un 20% americana para que endulce e integre el tanino más rudo.

Otro concepto: fruta, elegancia, acidez, todo en perfecto equilibrio. Juega ya en la liga de Numanthia, Pintia, un vino de Champions.

Este vino tiene 15,5º y es porque este año salió así. Aunque hay una homogeneidad y un estilo, cada añada marca los matices particulares de ese año, porque es naturaleza, añada, clima, no tiene tecnología.

Este vino lo tenemos en Winelovers por copas, la vida es arriesgar y este vino no se encuentra por copas en la mayoría de sitios.

FINCA SEVE «LOS QUEMAOS»

Una viña estimada de 1912 – 1914, plantada por el abuelo de su suegro. El primer escrito es de 1940 en el que dice «viñedo muy viejo» de Tinta de Toro. Porque antes no se registraban las viñas, sino de tanto en tanto pasaba un hombre en un burro e iba anotando el tipo de viñedo, ese era el registro.

Importante tener en cuenta que en parcelas tan viejas como ésta hay cepas dispares por la viña: por ejemplo cariñena, albillo, malvasiMismo estilo y concepto de elaboración que Finca Pepe «La Majada».

La parcela se encuentra a unos 3 km de «Los Quemaos» y está orientada al Norte, tiene unas 500 cepas en algo menos de media hectareas, plantada a 2×2. No entran tractores y todo todo todo el trabajo es a mano, casi no se puede andar, una viña antigua con cepas grandes, plantada como antes: para arar con mulas. No hay poda en verde porque son viñas viejas que se autoregulan solas.

El suelo tiene más arcilla abajo por lo que el agua se mantiene más. Probablemente unas cepas que no vivan tanto como las de Finca Seve.

El problema de la orientación Norte es que hay años que la viña se hiela y no da la calidad, por lo que no hay vino. No está en el mercado todos los años. Una forma honesta de elaborar, si no hay, no hay porque si se hiela, la viña no da la calidad.

Diferente al anterior, representa un Toro más clásico, un clon auténtico de Tinta de Toro, más rústico que el anterior, con una longitud tremenda y con una longevidad también muy larga.

Para finalizar como siempre tuvimos nuestro habitual sorteo y tres afortunados que eligieron botella:

Y no podían faltar nuestras tres tapas especiales elaboradas para este evento, elaboradas con mucho amor por nuestro equipo de cocina:

** Tiradito de atún y ají mediterráneo
** Roll de pollo de corral con velouté de verduras
** Voulevant de mascarpone y frutos de temporada

Tiradito de atún y ají mediterráneo

Para que entendamos porqué los vinos de Toro están cambiando y porqué Iván Alonso representa esa nueva savia y sangre de Toro, solo tenemos que irnos a cómo eran antes las elaboraciones de los vinos de Toro, así entenderemos el porqué de esa potencia y ese color oscuro y profundo.

** Se vendimiaba lo más tarde posible para que tuviera más grado
** El vino se mantenía con el hollejo hasta el puente de la Constitución y la Inmaculada (6-8 de diciembre), por lo que estaba todo el mes de octubre, todo noviembre metido con los hollejos, ahí era cuando lo sacaban.
** El vino más bueno era el más fuerte, el de más color.

Sin embargo Iván junto con toda una nueva generación hacen las cosas de otra manera porque han aprendido de Francia, la cuna de la enología moderna como nos dice Iván. Y también aprenden de las tendencias y lo que demanda el mercado, porque viajan, van a ferias, catan lo que hacen otras bodegas españolas y extranjeras.

Y ya me despido con este VINO CONSEJO aunque no sea viernes 🙂 Pide y cata aquello que no conozcas, aunque te equivoques. Siempre se puede volver a aquello que te gusta y conoces.

Que por cierto, en mi cuenta de Instagram @luis_wine_expert puedes seguirme y no perderte ni un Viernes de Vino Consejo.

Nos vemos por Winelovers. 🥂 Seguiremos descorchando vinos ricos.

LUIS MIGUEL FERNÁNDEZ
Winelovers, vinos, tapas y
+

Las fotografías y el vídeo son de David Lorenzo y su compañera Violeta, del equipo de Ángel Lorenzo y Memento Mori Audiovisuales

Add a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *