En nuestro segundo evento del año nos visitó Rodrigo Pons, enólogo y director técnico de Familia Fernández Rivera.
Haciendo memoria, la historia de Familia Fernández Rivera comienza con el ingenio de Alejandro Fernández y Esperanza Rivera y el esfuerzo y unión de una familia. Juntos crearon, a ojos de Robert Parker, uno de los mejores vinos del mundo. Actualmente, cuentan con cuatro bodegas, un hotel y un equipo humano de más de 120 personas.
- Tinto Pesquera, Ribera del Duero
- Condado de Haza, Ribera del Duero
- Dehesa La Granja, Zamora
- El Vínculo, Campo de Criptana, Ciudad Real
Las cuatro bodegas elaboran sus vinos tintos con la variedad tempranillo y por eso decidimos que el evento sería “Un recorrido con la variedad tempranillo por las diferentes zonas dónde elabora cada una de las bodegas de Familia Fernández Rivera”.

Rodrigo Pons es valenciano, biólogo y enólogo y tiene desde 2017 la responsabilidad de elaborar vinos míticos que se comercializan en más de 70 países; también nuevos vinos que rejuvenecen el portfolio manteniendo la filosofía y el espíritu. Rodrigo nos dejó muchas frases y conocimientos, pero me gusta especialmente una que define su forma de trabajar:
El vino recién embotellado ha de reflejar lo que el enólogo quiere embotellar. Es clave para saber qué está haciendo la bodega. Por ello, los vinos no han de llegar cansados a la botella, para que la fruta no se pierda. Han de ser la mejor traducción posible del lugar y tipo de añada.
Rodrigo Pons
Y así empezamos la cata con un aforo que se completó prácticamente en 24 horas, coincidiendo además varias circunstancias curiosas para nada buscadas: era el día que empezaba la primavera y además era Día Fruto según la viticultura biodinámica, es decir, un día excelente para catar.


Primero un poco de historia para poner en su contexto estos vinazos que disfrutamos:
La historia de Familia Fernández Rivera comienza en 1972, cuando aún no existía la Denominación de Origen Ribera del Duero. Y es que con el dinero obtenido por la venta de una patente, Alejandro Fernández y Esperanza Rivera adquieren un pequeño lagar de piedra del siglo XVI. En 1972, el grupo comienza a elaborar sus primeros vinos con uvas nacidas de estos terrenos.
Según nos cuenta Rodrigo Pons, Alejandro Fernández fue pionero en muchas cosas, entre ellas en plantar viñas en la zona norte de la ladera, cuando en ese momento se suponía que esa ubicación no era la idónea, de hecho se las hicieron arrancar. Su convencimiento le hizo perseverar y el tiempo le terminó dando la razón.
En 1975 recogieron la primera cosecha y el vino que se comercializó se llamó Tinto Pesquera. El nombre es un homenaje al cariño que Alejandro y Esperanza guardan a su pueblo natal, Pesquera de Duero.
Gracias estos vinos se empieza a hablar del potencial de la Ribera del Duero. En 1982 nace la Denominación de Origen Ribera del Duero.
Y en 1985, el ya entonces influyente Robert Parker elevó el Tinto Pesquera, concretamente Janus, a la categoría de “mejores vinos del mundo”. Parker consideró a este vino el Petrus de España.
Es decir, que no solo estamos ante una gran bodega, sino ante vinos míticos.
En 1994 ve la luz la primera añada de Condado de Haza, uno de los proyectos más reconocidos de Familia Fernández Rivera. En 2008 y 2012, la prestigiosa revista Wine Expectator incluye el Condado de Haza Crianza entre los 100 mejores vinos del mundo.
Después vinieron las bodegas El Vínculo en 1995 y Dehesa La Granja en 1998.

EL VÍNCULO, Campo de Criptana, Ciudad Real
Esta bodega nace 1995, concretamente en Campo de Criptana, Ciudad Real. Además de Tempranillo en El Vínculo crecen también viñedos de Airén con el que elaboran su vino blanco.
El nombre de El Vínculo quiere simbolizar la unión de las dos Castillas y homenajea a la bodega de los abuelos de las actuales responsables de Familia Fernández Rivera

EL VÍNCULO CRIANZA 2019
Quiere ser un homenaje a los vinos de guarda.
El Vínculo Crianza nace en un suelo arenoso y arcilloso, de viñedos muy viejos o semi viejos plantados en vaso. Tiene una crianza de 12 meses en roble americano.
2019 fue una añada fría y eso se refleja en el vino.
Destacan los aromas de fruta madura tipo mora y ciruela, acompañadas por un fondo sutil de regaliz, matices típicos de la variedad Tempranillo. Y en boca es un vino con cuerpo, taninos pulidos y bien integrados. Voluminoso con final largo.
DEHESA LA GRANJA, Vadillo de Guareña, Zamora
Dehesa la Granja está ubicada en Vadillo de Guareña al sudoeste de la provincia de Zamora y es considerada una de las fincas más bonitas de la provincia. La seña de identidad de los vinos de Dehesa la Granja viene dada por una cueva subterránea de 3.000 metros cuadrados construida en 1750.
En 1998 Familia Fernández Rivera moderniza esta bodega de tres siglos de antigüedad. Además en esta finca también se elaboran queso curado, garbanzos y aceite de oliva Virgen Extra.

DEHESA LA GRANJA 2019
Este vino está pensado para las barras y para gente joven que busca vinos fáciles de beber.
La añada 2019 fue también una añada fría con una cosecha de gran calidad.
Tiene una crianza de 12 meses en roble americano y el resto en botella hasta que sale al mercado.
Tiene una intensidad en nariz media-alta con recuerdos a fruta roja fresca, grosellas y frambuesas, presencia de aromas tostados y torrefactos.
Y la entrada en boca es sedosa y elegante, un vino muy goloso con una acidez bien marcada y un tanino bien integrado y muy agradable. La madera está bien integrada
CONDADO DE HAZA, Ribera del Duero
En 1994 ve la luz la primera añada de Condado de Haza, conocido también como el Château de la Ribera.
Cuenta con 200 hectáreas de viñedo 100% Tempranillo, la uva característica de las cuatro bodegas de Familia Fernández Rivera.
Para perfeccionar sus vinos, todos elaborados con Tempranillo, la estructura de esta bodega se diseñó excavando un cerro. Además, tiene un botellero ubicado en un túnel a casi 30 metros de profundidad.

20 ALDEAS 2018
Fue la sorpresa de la cata.
Monovarietal de tempranillo este vino tiene un cultivo ecológico y pretende rejuvenecer los atributos de Familia Fernández Rivera. Puedo decir que lo consigue.
Además el nombre tiene una curiosidad: viene motivado por las 20 aldeas que hay alrededor de la Finca de Condado de Haza y así está representado también en su etiqueta.
Procede de viñedos propios ubicados en el término municipal de Roa y La Horra, a una altitud de más de 800 metros.
20 Aldeas es un tinto dónde la fruta está muy presente y gustó mucho a los asistentes.
TINTO PESQUERA, Ribera del Duero
Tinto Pesquera es la casa madre y el proyecto más preciado Familia Fernández Rivera.
En 1975 el grupo empezó a elaborar en un lagar de piedra del siglo XVI unos tintos que colocaron en el mapa vinícola mundial a la Ribera del Duero.
El vino recibió este nombre en honor a Pesquera de Duero, localidad donde se ubica la bodega y en el que nacieron Alejandro y Esperanza.

TINTO PESQUERA CRIANZA 2020
Es un vino imprescindible para entender la Ribera del Duero, ya que refleja el carácter y las costumbres . Tiene una crianza de 12 meses en barrica americana y el resto en botella hasta su salida al mercado.
Un vino sedoso, aromático con una acidez bien integrada.

TINTO PESQUERA RESERVA 2019
Las viñas de dónde procede este vino están en Pesquera de Duero, tienen orientación sur y una altitud de más de 800 metros.
Tiene más tiempo macerando con las pieles y una crianza de 16 meses en barrica de roble americana.
Realmente no tienen una receta para la elaboración. El tiempo de cada añada condiciona el resultado del vino, como es lógico.
En la añada 2019 hay fruta más roja y en boca es un vino sedoso y persistente con taninos redondos y envolventes
SORPRESA

ALENZA GRAN RESERVA 1995 | CONDADO DE HAZA
Rodrigo nos deleitó con esta sorpresa: un ALENZA Gran Reserva 1999.
El nombre ALENZA es la unión de Alejandro y Esperanza, los fundadores.
Está elaborado con raspón, que ahora está de moda, pero Alejandro Fernández ya lo empezó a hacer en 1995. Antes tenía 36 meses de barrica y ahora 24 meses.
En este vino encontramos todavía fruta madura y sobre todo regaliz, notas de humo, ceniza y hoja de tabaco, con un maravilloso color teja.

Tuvimos la suerte de disfrutar de un magnum de este vino histórico que se elabora muy pocas añadas, ya que depende de la calidad máxima de sus uvas.
El Alenza elaborado en 2018 por Rodrigo saldrá este verano al mercado. ¡Estaremos atentos!

Terminamos con nuestro habitual sorteo y los afortunados fueron Jaime, Pedro y Laura, por este orden. Y nuestras manos inocentes: nuestra compañera Irma, Alberto Williams y Rodrigo Pons.



Y una vez terminado el evento llegaron las tres tapas siempre deliciosas, creadas por nuestro cocinero Diego ad hoc para los vinos: Croquette de patata y calamares, Doriyaki de ciervo en su jugo, Bizcocho de limón, kiwi y obleas.
Esto ya con música de fondo, luces de cata apagadas y a disfrutar de ratitos de felicidad en Winelovers, recatando los vinos de Familia Fernández Rivera.



#MOMENTOSWINELOVERS del evento con RODRIGO PONS





































Un lujo de invitado, de vinos y de asistentes. No podemos estar más agradecidos de todos los eventos tan bonitos que estamos celebrando y de contribuir a la divulgación de la cultura del vino a través de bodegas, vinos y personajes tan emblemáticos.
Porque nuestras catas, nuestros eventos más allá y quien ha estado sabe la atmósfera que se crea y lo bien que lo pasamos.
Queremos derribar mitos en torno al vino, nada de aburrimiento, ni rollos que nadie entiende, porque el vino ha de ser cercano, hedonista y disfrutón.
Nos vemos por Winelovers. 🥂
LUIS MIGUEL FERNÁNDEZ
Winelovers, vinos, tapas y +
Las fotografías y el vídeo son de David Lorenzo y su compañera Violeta, del equipo de Ángel Lorenzo